Crónica de una polémica anunciada

ANECDÓTICO

11/2/20251 min read

No me gustan las polémicas.
Solo quiero dejar una reflexión personal sobre un acontecimiento laboral.

Link por si no te gusta leer:
https://lnkd.in/dbWF86Ne

Hace poco colaboré con una marca local para crear material para mi porfolio.
Fue más un favor que un trabajo, y lo agradecí mucho.
El concepto del negocio me parecía original (aunque el negocio en sí no lo fuera tanto).

Me dieron permiso para hacer fotos y vídeos, yo les dije que les pasaría los brutos y que al final también podrían usarlo.

Fue de buena fe
y había consentimiento.
Lo único que me pidieron fue que les fuera enviando los materiales y tal antes de publicarlos o mandarlos por si acaso,

Pero los plazos se me echaron encima para el concurso de la beca que quería presentar y envié el proyecto sin enseñarles el resultado final.

Mal por mi parte. Pero me pudo la emoción y ni siquiera lo pensé.
Si mi intención hubiese sido ocultar algo, no habría vuelto semanas después a contarles (con toda la ilusión) que había ganado.
Pero la respuesta no fue la que esperaba.

Habría fingido “¿Oye esto lo puedo mandar?” Y luego ya contarles la noticia.

En el momento me quedé con cara de tonta . No pude evitar sentir como la decepción se apoderaba de mí con la respuesta que estaba recibiendo.

Tampoco fueron fatales las formas.
Y tras pensarlo con gente cercana, entendí que no todo el mundo percibe las buenas intenciones de la misma manera.

Pedí disculpas, ofrecí el material y cerré el tema con respeto.
Aún así, me dejaron en visto.Y aunque no guardo rencor, sí me quedé con la sensación de haber hecho algo mal sin querer.

Al final, aprendí que formalizar bien los acuerdos creativos, por pequeños que sean, ahorra muchos disgustos.
Y bueno, que incluso cuando te sale la cosa bien se te puede quedar un regustillo agridulce.